Sabemos el impacto que genera en las familias el tener un integrante bajo una condición de neurodiversidad, las barreras que actualmente les impone la sociedad, la poca empatía muchas veces con dichas personas, la falta de oportunidades reales a tener un diagnóstico temprano, terapias adecuadas y de manera multidisciplinaria.

La experiencia nos hace ver como Fundación que muchas veces los padres u cuidadores deben de elegir que terapia es de mayor importancia para sus hijos, por la simple limitación del dinero para ellas; siendo lo contrario a lo que muchas veces recomiendan los profesionales médicos. 

En este sentido durante los dos últimos años, hemos querido ser una pequeña parte de la solución, en la integridad de cada caso, siendo prioritariamente niños nuestros beneficiarios, trabajamos día a día, dando un puesto de respeto, de integración, de diferenciación con la simpleza de reconocerles por su nombre, sus gustos, como seres únicos e irremplazables.

El Programa de Personas Neurodiversas, nos ha llevado a conocer a otras organizaciones, agrupaciones de familias, fundaciones, organismos públicos, comunales, sociales y privados, todos por una causa común que se ha logrado hace muy poco, la #LEYDEAUTISMO, a inicios del 2023, pero sabemos que falta mucho, que su implicancia no será inmediata, que es un gran paso, pero debemos seguir avanzando.